
En Tuvá, Siberia, se ha descubierto una tumba monumental de la Edad del Hierro con restos de al menos 18 caballos sacrificados y restos humanos. La tumba, fechada entre 833 y 800 a.C., muestra una estructura arquitectónica de madera con elementos similares a los del túmulo de Arzhan 1. Los caballos se agruparon en tres conjuntos y se sacrificaron sobre una capa de arcilla antes de ser cubiertos por piedras. Se encontraron objetos como bocados de bronce, colmillos de jabalí perforados y decoraciones metálicas. El hallazgo sugiere una práctica funeraria de élite asociada al surgimiento de las culturas escitas en Asia Central.