
La relación entre música e inteligencia ha sido investigada por décadas. Un estudio de Virgil Griffith en 2009 encontró que quienes escuchaban música clásica tendían a obtener mejores resultados académicos. La IA sugiere que las personas inteligentes prefieren géneros musicales como la música clásica, el jazz, el rock progresivo, el indie, la electrónica ambiental o el folk experimental, que presentan complejidad técnica, riqueza emocional o estructuras poco convencionales.