
Los mohos mucilaginosos, con casi mil especies, no pertenecen al reino Fungi y pueden medir un metro de largo y pesar varios kilogramos. Aunque no tienen sistema nervioso ni cerebro, tienen una inteligencia rudimentaria infalible y memoria selectiva. Un estudio de la Universidad de Hokkaido demostró que el moho mucilaginoso puede encontrar y recordar la solución de laberintos. El moho mucilaginoso puede tomar varias formas dependiendo de su entorno y necesidades, y ha sido capaz de replicar los sistemas de vías de tren de Tokio, las autopistas de Canadá y España. Se cree que aparecieron en la evolución hace entre 600 y mil millones de años.