
Un estudio científico sugiere que la tasa de fertilidad debería elevarse a 2,7 hijos por mujer para evitar la extinción de la población. La tasa de reemplazo poblacional de 2,1 hijos por mujer ya no es suficiente debido a la variabilidad aleatoria de los nacimientos y las dinámicas demográficas en poblaciones pequeñas. En países desarrollados, la tasa de fertilidad está por debajo de 2,1, lo que lleva a un envejecimiento de la población y una disminución de la natalidad. Los investigadores sugieren que políticas de planificación familiar y desarrollo demográfico deben reconsiderarse para encontrar un nuevo equilibrio que permita la sostenibilidad social y cultural a largo plazo.