
El lunes, España y Portugal sufrieron un apagón que dejó sin luz a todo el país. El apagón se produjo a las 12:30 de la mañana y se debió a una sobreproducción renovable que no pudo ser ajustada por las centrales síncronas. En el momento del apagón, las fotovoltaicas estaban aportando el 60% y las eólicas el 12% del consumo total. El resto lo atendían la nuclear con el 11%, la solar térmica con el 5% y los ciclos combinados con el 3%. El Gobierno no ha dado una explicación convincente sobre las causas del apagón, pero se cree que se debió a la falta de inercia en el sistema eléctrico debido a la gran cantidad de generación no síncrona. La península ibérica es una isla eléctrica con una capacidad de interconexión del 6%, muy por debajo del 15% recomendado por la UE. El apagón ha generado un debate sobre la política energética en España y la necesidad de aumentar la interconexión con otros países y de encontrar soluciones para compensar la variabilidad de las fuentes renovables.