
Un equipo de investigadores liderado por el Instituto Qumrán de la Universidad de Groninga ha desarrollado un modelo de predicción basado en aprendizaje automático llamado Enoch, que puede estimar con notable precisión la antigüedad de los manuscritos del Mar Muerto. El modelo utiliza una combinación de inteligencia artificial y datación por carbono-14, y ha sido entrenado con fechas precisas de 24 manuscritos. Los resultados han sido sorprendentes, ya que un alto porcentaje de los manuscritos analizados serían entre 50 y 150 años más antiguos de lo que se pensaba. El modelo ha sido probado con 135 manuscritos no datados, y el 79% de las fechas propuestas por la IA fueron consideradas realistas por paleógrafos humanos. El equipo confía en que la combinación de inteligencia artificial, datación radiocarbónica y análisis humano será la vía para resolver uno de los grandes enigmas de la historiografía bíblica.