
El bucardo, una subespecie de cabra montés, se extinguió en el año 2000 debido a la caza y la falta de medidas de conservación. En 2003, se intentó clonar el bucardo, pero el clon solo vivió diez minutos. La clonación fue criticada por los expertos, quienes consideraron que se trataba de un intento tardío y que no se habían tomado las medidas necesarias para prevenir la extinción. La historia del bucardo es un ejemplo de la falta de acción política y de la falta de visión para proteger las especies en peligro de extinción. En la actualidad, hay casi mil especies en listas de protección en España, pero la aprobación de planes de recuperación sigue postergada.