
Un equipo de científicos de la Universidad de Pekín y la Universidad de Curtin ha desarrollado una teoría que predice la formación de un supercontinente llamado Amasia en una ubicación inesperada, producto del lento pero constante movimiento tectónico, lo que tendría implicaciones profundas para la Tierra, su clima y su biodiversidad. El Océano Pacífico se está reduciendo a razón de varios centímetros por año y la formación de Amasia tardaría millones de años, alterando patrones climáticos, biodiversidad y estructuras geográficas. El investigador Chuan Huang sostiene que el enfriamiento del manto terrestre reduce la fuerza estructural de los océanos, debilitando su capacidad de mantenerse abiertos.