
El macizo de Haruj, una vasta área volcánica en el desierto del Sáhara, visible desde el espacio, se extiende más de 150 conos volcánicos y ventiladeros, con una altitud máxima de 1.200 metros. Su formación se remonta a 6 millones de años, aunque algunas estructuras tienen apenas unos miles de años. La región se originó por un penacho del manto, una pluma de roca fundida que ascendió desde las profundidades del planeta, sin necesidad de fracturas tectónicas superficiales.