
Un 60% de los españoles son inconsistentes en sus actitudes sobre el cambio climático, mientras que un 40% tienen posiciones coherentes. Un estudio identificó a 698 'backlashers' que empeoraron sus percepciones sobre el cambio climático entre noviembre de 2022 y octubre de 2024. Estos ciudadanos rechazan políticas que limiten su estilo de vida, como impuestos verdes o restricciones en la utilización del coche privado. El rechazo se debe a un hartazgo hacia la cuestión climática, similar al que sienten hacia otros temas ideológicos. La raíz del 'backlash climático' en España es cultural, no económica.