
Las abejas son fundamentales para la polinización de más del 75% de los cultivos que alimentan al mundo, según la FAO. Su desaparición podría generar una crisis global, afectando la seguridad alimentaria y la biodiversidad. El cambio climático, el uso de pesticidas y la pérdida de hábitats naturales están llevando a las abejas al borde del colapso. La desaparición de las abejas comprometería la reproducción de plantas que dependen exclusivamente de su polinización, alterando ecosistemas completos y afectando a los animales que dependen de ellas como fuente de alimento. La agricultura sufriría una transformación radical, con cultivos como los arándanos o las cerezas, que dependen hasta en un 90% de los polinizadores, no podrían mantenerse sin un enorme aumento de costos.