
El Mecanismo de Anticitera, descubierto en 1901, fue considerado una proeza tecnológica de la antigua Grecia. Sin embargo, un equipo de científicos argentinos ha puesto en duda esta interpretación tras realizar simulaciones informáticas. El mecanismo, de 2.000 años de antigüedad, se habría atascado cada cuatro meses, comportándose como una impresora moderna cuando se bloquea. Estudios previos sugerían que podía predecir fechas según los calendarios egipcio y griego, así como anticipar eclipses solares y lunares. La investigación sugiere que el dispositivo presentaba fallos estructurales que habrían impedido su funcionamiento continuado.