
Un barco mercante griego, el Kyrenia, hundido hace más de 2.300 años, fue encontrado con su estructura y carga sorprendentemente conservadas. El hallazgo, que data de entre 286 a.C. y 272 a.C., ha sido confirmado mediante técnicas avanzadas de datación por radiocarbono y dendrocronología. El barco, de 14 metros de eslora, con un solo mástil cuadrado, fue descubierto en 1965 frente a las costas de Chipre. Contenía más de cien ánforas con bienes como vino, aceite de oliva y almendras. La excepcional conservación del casco se debe a las condiciones ambientales particulares del lugar del naufragio.