
Dos investigaciones científicas han logrado conectar piezas clave del rompecabezas cósmico. El proyecto MEGA, liderado por la profesora Allison Kirkpatrick, utilizó el telescopio espacial James Webb para analizar 10.000 galaxias y entender cómo crecieron los agujeros negros supermasivos y evolucionaron las formas de las galaxias. Por otro lado, el equipo de Gao-Chan Yong propuso una nueva forma de detectar el plasma de quarks y gluones, el estado original de la materia poco después del Big Bang, mediante la simulación de impactos entre átomos de oro y calcio. Ambos trabajos convergen en un mismo objetivo: trazar un mapa más claro del universo primitivo.