
La variante NB.1.8.1 del COVID-19 ha sido detectada en EE.UU., específicamente en California y otros estados, con menos de 20 casos reportados hasta ahora. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado la creciente emergencia de esta variante, que podría tener una mayor capacidad de transmisión. Aunque no es muy diferente a las variantes existentes, la OMS advierte que el COVID-19 sigue siendo un alto riesgo para la salud pública. La tasa de positividad en testeos ha aumentado al 11% en todo el mundo, y se estima que el COVID-19 ha causado entre 30.000 y 50.000 muertes en EE.UU. desde octubre de 2024. La baja tasa de vacunación, especialmente entre los adultos mayores, es un factor preocupante.