
Subir escaleras es un ejercicio accesible y gratuito que activa el corazón, fortalece las piernas, mejora la postura y puede potenciar la memoria y el pensamiento creativo. Según investigadores de universidades como Harvard, Yamaguchi y Columbia Británica, subir unos pocos tramos diarios es suficiente para activar una cadena de efectos positivos. Optar por las escaleras en casa, en el metro o en el trabajo tiene efectos comparables al uso de máquinas de gimnasio. Subir al menos cinco tramos al día (unos 50 escalones) puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La historia de Sean Greasley, que subió la altura del Everest por escaleras en menos de 23 horas, es un ejemplo extremo, pero incluso subir unos pocos tramos diarios es beneficioso.