
La grasa visceral es un tipo de grasa que rodea los órganos internos y es importante para el funcionamiento del organismo. Sin embargo, un exceso de grasa visceral puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Para reducir la grasa visceral, se recomienda combinar ejercicios cardiovasculares con entrenamientos de resistencia, como los HIIT, durante al menos 150 minutos a la semana. También es importante seguir una dieta equilibrada y rica en nutrientes, evitar alimentos con azúcares añadidos y grasas saturadas, y controlar el estrés y el consumo de alcohol. Además, establecer una rutina de sueño regular y evitar la falta de descanso también pueden ayudar a mantener los niveles de grasa visceral en un punto saludable.