
El primer ministro de Canadá, Mark Carney, se reunió con Donald Trump en la Casa Blanca después de vencer las elecciones. Carney afirmó que 'Canadá no está a la venta' y Trump respondió con 'Nunca digas nunca'. Trump también expresó su deseo de trabajar con Carney y mencionó que Estados Unidos subvenciona a Canadá con 200.000 millones de dólares al año. La reunión se produjo en medio de la deteriorada relación entre Estados Unidos y Canadá por la guerra arancelaria de Trump.