
La volatilidad ha vuelto a los mercados financieros, con el Cboe Volatility Index (VIX) superando los 50 puntos. La deuda pública de largo plazo de Estados Unidos, el dólar y el oro han funcionado históricamente como cobertura, pero en esta ocasión, el dólar no sirve de refugio debido a la inflación y la posible subida de los tipos de interés. La deuda sobre PIB en Estados Unidos ha aumentado del 75% en 2017 al 115% en 2025. El oro perdió valor al inicio de la pandemia, pero acabó generando una rentabilidad del 25% en 2020. La diversificación y la gestión activa pueden ser buenos aliados para el inversor en este entorno de incertidumbre.