
La economía española se enfrenta a la guerra arancelaria desatada por Donald Trump, pero su exposición a Estados Unidos es más reducida que en otros países, con apenas el 4,3% de las exportaciones españolas dirigidas al gigante americano. El PIB nacional creció a un ritmo del 3,4% anual en el cuarto trimestre del año pasado, y el consumo privado creció a un ritmo anual del 3,8%. El turismo también ha sido un sector en alza, con 93,8 millones de turistas en el año pasado, y la inversión está volviendo a girar al alza. Sin embargo, España se enfrenta a dificultades como la falta de espacio fiscal para reaccionar a una recesión global, la renqueante productividad de la economía y la falta de vivienda.