
El tráfico aéreo entre España y Estados Unidos cayó un 2,3% en marzo, con 364.573 personas viajando en vuelos directos, lo que supone el primer descenso desde la pandemia. Las aerolíneas están atentas a posibles cambios en la demanda, con 5,3 millones de plazas programadas para este verano, un 8,7% más que el año anterior. La crisis arancelaria ha llevado a algunas aerolíneas a actualizar a la baja sus previsiones económicas, mientras que Iberia mantiene intactos sus planes en el mercado norteamericano para la campaña de verano, con un 14% más de vuelos.