
El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha invertido 30 millones de euros en un nuevo sistema informático llamado ALMA, que ha multiplicado por 50 las 'horas perdidas' y afecta a la concesión de subsidios. El sistema ha presentado fallos generalizados y persistentes desde su puesta en marcha el 4 de noviembre de 2024, causando demoras y saturación en las oficinas. Más de 150.000 subsidios no han podido ser pagados debido al mal funcionamiento del sistema. Los sindicatos denuncian un déficit crónico de plantilla, con menos de 7.000 empleados, lo que agrava las demoras y el desgaste del personal.