
El fin del petróleo se acerca, pero no por agotamiento, sino por la disminución de la demanda. La tecnología y la productividad han aumentado la oferta, mientras que la demanda se estabilizará y disminuirá debido a la electrificación del transporte y la generación de energías alternativas. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que el consumo mundial de petróleo alcanzará su punto máximo en 2030 y disminuirá un 2% para 2035. El precio del petróleo se ha mantenido en $60, lo que refleja la disminución de la demanda. Los expertos de la Fed aseguran que el crecimiento de la oferta en una región o yacimiento presionará a la baja los precios, expulsando a los productores con mayores costes.