
Sir Arthur Conan Doyle, autor de Sherlock Holmes, visitó Barcelona el 26 de septiembre de 1909, después de zarpar desde Southampton 15 días antes a bordo del barco Dunnotar Castle. Fue recibido por Salvador Vilaregut, Lleó Antoni y Salvador Bonavia, quienes le ofrecieron una ruta corta pero intensa por la ciudad, visitando lugares emblemáticos como la Casa Consistorial, la Catedral, la iglesia de Santa María del Mar y el Palau de la música catalana, que había sido inaugurado un año antes. La visita fue fugaz, ya que Doyle continuó su viaje a Marsella.