
En 1380, Fernando Sánchez de Tovar lideró una ofensiva conjunta con Francia en el Támesis, saqueando Gravesend y avanzando hacia Londres. La expedición fue posible gracias a la evolución táctica de la flota castellana y la alianza con Francia consolidada por el Tratado de Toledo. La operación más ambiciosa de Sánchez de Tovar buscaba completar un ciclo de ataques iniciado años atrás, con más de un centenar de localidades costeras saqueadas entre 1374 y 1377. La falta de respuesta efectiva por parte de la Royal Navy favoreció un dominio temporal del canal de La Mancha por parte de Castilla. La expedición fue el punto culminante de una ofensiva naval que llevaba más de un lustro sacudiendo las defensas británicas.