
Oslo, la capital de Noruega, tiene una población de 700.000 habitantes y ofrece una rica vida cultural con casi 60 museos, incluyendo el dedicado a Edvard Munch y el parque con obras de Gustav Vigeland. La ciudad combina historia y modernidad arquitectónica, pero tiene un alto nivel de vida y precios elevados. En contraste, la Sierra de Tramontana en Mallorca es un paraíso paisajístico con pueblos como Valldemosa y Deyá, que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.