
En 2025, la influencia china en Japón se está extendiendo, especialmente en barrios emblemáticos como Akihabara, Ameyoko y Dotonbori. Empresas como Yostar Games y miHoYo están tomando el control de espacios clave, exhibiendo campañas de personajes con estética anime que han logrado un éxito rotundo. La presencia constante de títulos como Genshin Impact y la contratación de personal nipón y actores de voz locales han generado preocupación en la industria nacional. El mercado de Ameyoko ha experimentado una sustitución casi total de su tejido comercial, con aproximadamente el 80% de los negocios en manos de ciudadanos chinos. Dotonbori se ha convertido en el destino turístico más frecuentado por ciudadanos chinos en todo Japón, con más de 13.000 visitantes diarios. El distrito de Nishinari ha sido reactivado económicamente por el empresario chino Lin Chuanlong, quien ha abierto más de 170 bares tipo karaoke operados por mujeres chinas.