
Tim Friede, un exmecánico estadounidense de 56 años, ha pasado 20 años enfrentándose a serpientes letales para desarrollar una inmunidad en su sangre. Ha soportado más de 200 mordeduras y se ha inyectado veneno en más de 700 ocasiones. Su esfuerzo ha llamado la atención del doctor Jacob Glanville, quien ha identificado en su sangre una combinación de anticuerpos con capacidad de protección sin precedentes. El equipo ha logrado aislar dos anticuerpos que atacan distintas clases de neurotoxinas, lo que podría significar el principio de un tratamiento universal para las mordeduras de serpiente.