
Una tormenta de arena azotó las provincias de Basora y Nayaf en Irak, causando una reducción de la visibilidad y obligando a las autoridades a desplegar operativos especiales. Alrededor de 388 personas fueron hospitalizadas por casos de asfixia y dificultades respiratorias, aunque ninguna sufrió lesiones graves. Los aeropuertos internacionales de Basora y Nayaf suspendieron temporalmente sus operaciones debido a la escasa visibilidad, que en algunos puntos cayó por debajo de los 700 metros.