
Donald Trump impulsa un plan para extraer minerales como cobalto, cobre, manganeso y tierras raras del fondo del océano Pacífico, lo que podría desencadenar daños irreversibles en los ecosistemas marinos. La minería submarina promete enormes beneficios económicos, pero sus riesgos ambientales son colosales. Empresas como The Metals Company buscan autorización para explotar comercialmente los fondos marinos, mientras organizaciones ambientalistas como Greenpeace alertan sobre las consecuencias devastadoras.