
El océano enfrenta una emergencia sin precedentes debido al cambio climático, la sobrepesca y la presión del turismo, lo que amenaza la biodiversidad y la supervivencia humana. Investigadores y organismos internacionales coinciden en que la solución requiere una transformación cultural que recupere el vínculo perdido con el mar. En una cumbre en Niza, representantes de más de 130 países debatieron sobre el futuro del océano, destacando la necesidad de una cultura oceánica arraigada en la ciudadanía. En España, el 80% de los encuestados está dispuesto a cambiar su estilo de vida para proteger el mar. La pesca y el turismo son fundamentales para la economía española, representando el 10% del PIB y superando el 10% en regiones como Galicia o Canarias. Sin embargo, el mar es más que economía, tiene un vínculo cultural, identitario y emocional. La antropóloga Silvia Gómez Mestres defiende que solo al integrar este componente humano puede surgir un compromiso verdadero para proteger el mar. La conexión con el mar puede cambiar comportamientos en sectores clave como el turismo, y revalorizar el mar como un patrimonio cultural y natural compartido es una estrategia de conservación poderosa.