
Durante las dos guerras mundiales, millones de animales se vieron afectados. En el zoológico de Berlín, solo 91 de 4.000 animales sobrevivieron a los bombardeos de 1943 y 1944. La elefanta asiática Siam se convirtió en un símbolo de resistencia. En Varsovia, los cuidadores escondieron animales en sus casas o los liberaron en los bosques. En Londres, se sacrificaron animales peligrosos en el zoológico para proteger a la población civil. La gata Faith salvó a sus crías durante el Blitz. El perro Stubby participó en 17 batallas y fue ascendido a sargento. En Chernóbil, numerosas especies animales se establecieron y proliferaron en la zona de exclusión después de la catástrofe nuclear de 1986. En Hiroshima, los peces volvieron a aparecer en el río Ota después de la explosión de la bomba atómica en 1945.