
Un estudio genético liderado por un equipo internacional de genetistas y arqueólogos ha confirmado una conexión genética directa entre el actual Pueblo Picuris, ubicado en el norte de Nuevo México, y los antiguos habitantes del Cañón del Chaco. El estudio analizó los genomas de 16 individuos enterrados entre los siglos XIII y XV en el propio asentamiento de Picuris, así como los de 13 miembros actuales de la comunidad, y comparó estos datos con otros 590 genomas de individuos antiguos y modernos de América y Siberia. El resultado fue contundente: los antiguos y actuales Picuris están estrechamente emparentados entre sí y, además, muestran una relación genética directa con los antiguos habitantes del Cañón del Chaco. El estudio también encontró conexiones con Anzick-1, un niño perteneciente a la cultura Clovis que vivió hace más de 13.000 años en lo que hoy es Montana.