
Un asteroide de 500 metros de diámetro, como Bennu, podría generar un 'invierno de impacto' si chocara contra la Tierra, reduciendo las temperaturas globales en 4 °C, afectando el clima y los ecosistemas. La colisión liberaría millones de toneladas de polvo y escombros a la atmósfera, bloqueando la luz solar durante años. La NASA monitorea a Bennu, cuya trayectoria podría acercarse peligrosamente a la Tierra en varios siglos. El impacto podría reducir las precipitaciones en un 15%, interrumpir los ciclos agrícolas y alterar la biodiversidad. La pérdida de hasta 32% de la capa de ozono expondría a la superficie terrestre a mayores niveles de radiación ultravioleta.