
Un estudio de la Universidad de Oxford sobre un meteorito primitivo encontrado en la Antártida, el LAR 12252, sugiere que la Tierra podría haber tenido suficiente hidrógeno desde sus inicios para formar agua, contradiciendo la teoría de que el agua llegó a través de impactos de meteoritos. El meteorito, datado en los primeros momentos del sistema solar, contiene una gran cantidad de hidrógeno en una forma química que apunta a su presencia original. El 70% de la Tierra está cubierto por agua, con unos 1.386 millones de kilómetros cúbicos de océanos.