
Un equipo liderado por el oceanógrafo Jinbo Wang, de la Universidad de Texas A&M, ha detectado corrientes marinas de submesoescala, remolinos que hasta ahora escapaban a la observación, utilizando el satélite SWOT de la NASA. Estos remolinos, de unos pocos kilómetros hasta unos 100, se mueven bajo la superficie del mar y transportan cantidades significativas de calor, nutrientes y energía. El descubrimiento revela una red de remolinos invisibles que podrían alterar patrones climáticos globales y afectar la vida marina.