
Hugo Deans, un niño de 8 años, descubrió que las hormigas transportaban agallas de robles, lo que llevó a su padre, Andrew Deans, profesor de entomología en Pensilvania, a investigar. El estudio publicado en American Naturalist reveló que las avispas manipulan el comportamiento de las hormigas a través de las agallas, ricas en ácidos grasos, para proporcionar refugio a sus larvas. Las hormigas transportan las agallas a sus nidos, alimentándose de un apéndice llamado kapéllos, y dejando intacta la parte restante.