
El volcán Etna, ubicado en Sicilia, ha experimentado una erupción violenta el 2 de junio de 2025, con un río de lava de 3 kilómetros y una columna de humo y gases tóxicos que se elevó más de 6 kilómetros hacia el cielo. La erupción fue captada por satélites del programa Copernicus y es considerada la más explosiva en cuatro años. El Etna ha estado en erupción intermitente desde 2022 y ha vivido más de 30 fases eruptivas importantes en el último siglo, acumulando más de 76 años de actividad. La erupción ha generado preocupación entre los vulcanólogos debido a la posibilidad de que nuevos colapsos estructurales abran grietas en otras zonas del volcán, liberando magma por lugares inesperados.