
Japón propone un ascensor espacial para llegar a la órbita baja, con una altura estimada de 400 kilómetros, capacidad para 30 personas y velocidad de 200 kilómetros por hora. El proyecto busca reducir costos, aumentar la seguridad y facilitar la logística espacial. Se espera tener una versión funcional para 2050, utilizando materiales ultrarresistentes como nanotubos de carbono y soluciones para contrarrestar factores como la rotación de la Tierra y la gravedad.