
Un estudio ha analizado la historia evolutiva de la bombesina, una hormona que transmite la señal de saciedad al cerebro. La bombesina fue descubierta en 1971 en un anfibio y se encontró que también funciona en humanos. Ahora, se han hallado genes que codifican hormonas similares a la bombesina en especies como estrellas de mar, erizos y pepinos de mar. La hormona, denominada ArBN, tiene un impacto en los procesos gástricos de las estrellas de mar y podría estar involucrada en estimular la retracción del estómago cuando dejan de comer. Este hallazgo tiene implicaciones para la industria farmacológica, ya que podría llevar al desarrollo de nuevos tratamientos para controlar el apetito y el peso.