
Un metaanálisis con más de cien estudios encontró que el tiempo frente a dispositivos está relacionado con problemas emocionales infantiles, como ansiedad, depresión, hiperactividad y agresividad, especialmente en niñas y niños mayores de seis años. El uso excesivo de pantallas no solo genera síntomas, sino que también funciona como una vía de escape para quienes ya enfrentan dificultades. Los videojuegos resultaron ser particularmente adictivos y problemáticos. Establecer límites claros y constantes es fundamental para proteger a los niños de hábitos que afectan su sueño, su atención y su autoestima.