
Investigaciones han indicado que orinar sentado puede ser beneficioso para hombres que presentan síntomas del tracto urinario inferior (LUTS), como los asociados con la hiperplasia prostática benigna (HPB). La posición sentada puede facilitar un vaciado más completo de la vejiga, reducir la cantidad de orina residual y disminuir la necesidad de esfuerzo durante la micción. En algunos países, como Alemania, es común que los hombres orinen sentados por razones de higiene y convivencia.