
En 1975, un Citroën 2CV-6 costaba 123.088 pesetas, mientras que el salario mínimo era de 117.600 pesetas al año, lo que significaba que un trabajador necesitaba trabajar 14,65 pagas para comprar el coche. En 2025, el Citroën C3 cuesta 15.740 euros y el salario mínimo es de 16.576 euros, por lo que un trabajador necesita trabajar 13,29 pagas para comprar el coche. El Dacia Sandero, el coche más barato del mercado, cuesta 13.940 euros y requiere 11,77 pagas para ser adquirido.