
El café de Nakayama Estate, producido en la isla japonesa de Okinawa, cuesta 315 euros por taza. La producción es de solo 300 kilos al año y se cultiva a baja altura, lo que lo hace exclusivo. El experto en café James Hoffman lo probó y dijo que no vale la pena el precio, ya que no tiene características distintivas de otros cafés de baja altura. La cafetería Shot, en Londres, lo vende sin precio en la carta, pero se estima que cuesta alrededor de 315 euros por taza.