
El acceso a la vivienda en España se ha vuelto un problema social debido a la subida del 53% en el precio de compraventa desde 2013 y un encarecimiento anual del 7-8% en los alquileres desde 2015. Un informe del Centro Ruth Richardson de la Universidad de las Hespérides concluye que el principal factor que explica el encarecimiento de la vivienda es la falta de oferta, con un déficit de 423.000 viviendas en la última década y una previsión de necesidad de dos millones de unidades adicionales hasta 2030. Los plazos urbanísticos desorbitados y la lentitud administrativa también dificultan la respuesta de la oferta a la creciente demanda de vivienda. El sector de la construcción en España atraviesa una crisis silenciosa debido a la escasez de mano de obra cualificada y el envejecimiento de su plantilla, lo que ha aumentado el coste laboral por trabajador en un 11,2% entre 2019 y 2023, y los costes de materiales se han disparado cerca de un 30% en el mismo periodo.