
Un ciudadano europeo, llamado Michael, se trasladó a España con un contrato laboral y se acogió a la Ley Beckham, que le ofrecía una tributación clara y estable durante seis años. Cumplió con todas sus obligaciones fiscales, pero años después, la Agencia Tributaria Española (AEAT) lo persiguió con tácticas consideradas autoritarias, exigiendo información personal y financiera, y ofreciendo un 'trato' que consistía en pagar una supuesta deuda y aceptar una sanción del 35%. El bufete Amsterdam & Partners ha detectado un patrón sistemático de conducta por parte de la AEAT y ha anunciado una macro-causa contra el fisco. La Comisión Europea ya ha iniciado procedimientos por prácticas fiscales discriminatorias.