
La economía inestable y los despidos masivos han llevado a una nueva tendencia en la que los jefes no se cortan en hablar mal de sus empleados o recortar sus beneficios. Ejemplos como Google, Meta y Starbucks muestran cómo los directivos tratan mal a sus empleados, pidiendo trabajar más horas y recortando beneficios. Expertos como Michael McCutcheon y Charles A. O’Reilly consideran que esta tendencia se debe a la desconexión entre empleados y ejecutivos, y que cuando el mercado mejore, los directores ejecutivos empezarán a hablar más de la importancia de los empleados. El CEO de Starbucks, Brian Niccol, pidió a los empleados que trabajen más duro y aumenten su eficiencia después de despidos masivos. El fundador de Google, Sergey Brin, pidió a los ingenieros que trabajen 60 horas semanales en la oficina para crear una IA que pudiera sustituirlos.