Sara Lloris, una española viviendo en Suiza, destaca la ausencia de pasillos en las casas suizas, especialmente en las antiguas, donde las habitaciones se encuentran alrededor del descansillo. En Suiza, las casas se pueden clasificar en antiguas, viejas, nuevas y muy nuevas, y en las antiguas, no hay pasillos. La entrada de la casa vertebra todas las estancias, sin la necesidad de separarlas con zonas de paso. Además, los cuartos no son muy amplios y los suelos son diferentes, con parqué de espiga en las antiguas y suelos de 'mini maderitas' en las nuevas.