
Miguel de Cervantes vivió en la Casa Museo de Cervantes en Valladolid entre 1604 y 1606, donde corrigió y dio forma a la primera parte de El Quijote. La casa, situada en el antiguo Rastro de los Carneros, es una vivienda modesta con seis estancias y un pequeño jardín. Es la única residencia original de Cervantes que se conserva y alberga la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción. La casa es propiedad del Estado desde 1948 y funciona como museo desde 2005.