
La basílica de Santa Maria del Mar, situada en el barrio de la Ribera en Barcelona, es un ejemplo del gótico catalán y fue construida por y para el pueblo, específicamente por los feligreses del barrio, en su mayoría pescadores, comerciantes y descargadores del puerto, conocidos como bastaixos. La construcción comenzó el 25 de mayo de 1329 y se terminó alrededor de 1360, con la colocación de la última clave de bóveda en 1383. La basílica ha sobrevivido a incendios, terremotos y asedios, y ha sido restaurada en varias ocasiones, incluyendo una restauración importante en 1967. La novela de Ildefonso Falcones, 'La Catedral del Mar', popularizó la historia de la basílica y convirtió a este lugar en un símbolo del gótico catalán y un emblema narrativo de la Barcelona medieval.